¿Cuánto tiempo al día
dedicas a jugar con tus hijos? Si hacemos un balance al final del día, podemos decir que
dedicamos mucho tiempo al cuidado de nuestros hij@s (idas y venidas al cole,
baños, comidas, cenas, bajar al parque, interesarnos por sus inquietudes, entre
otras...) pero, muchas veces ese tiempo no tiene una calidad satisfactoria para
nosotros o para ellos, y aplazamos ese objetivo al fin de semana. Quizá a lo
largo del día las frases que más repetimos son "venga", "date
prisa", "vamos" "más rápido" "ya te lo he dicho"
etc.... y si nos paramos un poco a mirar esta dinámica nos hacemos conscientes
de que nos gustaría crear esos momentos de calidad tan beneficiosos no sólo
para ellos sino también para nosotros.
Es ya muy conocido por todos la importancia del juego en el
desarrollo del niño. El juego facilita el aprendizaje y desarrollo
psicoemocional del niñ@. Pero quizá el mayor beneficio es el fortalecimiento
del vínculo afectivo entre padres e hij@s, y la creación de un espacio
emocional de confianza y bienestar que facilitará la comunicación, la
autonomía, la autoestima, la gestión de límites y normas, asertividad,
seguridad, bienestar, y un largo etc... Ni que decir cabe que agradeceremos una
base sólida en estas áreas cuando alcancemos la tan temida adolescencia.
¿Cómo podemos mejorar
la calidad de ese tiempo con nuestra familia? ´La respuesta es clara, jugando.
A continuación te doy unas pinceladas sobre 5 aspectos que
debes tener en cuenta:
1. Busca un lugar en el que no haya
peligros ni riesgo de romper objetos accidentalmente o el desorden suponga un
problema.
2. Busca en tu día cotidiano el momento
que vas a dedicar a jugar con tus hijos. Del mismo modo que planificas el
quedar con amigos, o calculas la hora en la que comenzar a hacer la cena, busca
ese hueco para estar con ellos.
3. Si te resulta difícil, intenta
comenzar con 15 minutos tres veces por semana, e ir aumentando los días hasta
que sea una rutina diaria. Una vez alcanzado esa regularidad, auméntala poco a
poco en la medida que puedas, 20 minutos, media hora, una hora ...
4. El tiempo que dediques a jugar con
ellos, JUEGA CON ELLOS. Esto, aunque parezca una obviedad, es importante.
Centra toda tu atención en el juego y en tu hij@. Es un momento de compartir y
disfrutar juntos, por lo que el móvil, recoger la ropa y demás tareas pueden
esperar.
5. Juega a aquello que tu hij@ te
proponga, déjate sorprender y aprovecha para asombrarte de la riqueza de su
mundo interior.
Por último, resaltar el aspecto más importante de todos:
DISFRUTA de ese momento único e irrepetible y conecta con el niño o la niña que
hay en ti.
Al jugar con tus hijos también descubrirás múltiples beneficios para ti: notarás cómo tu estrés y tus
prisas disminuyen, que las rabietas o conflictos se resuelven más fácilmente,
que tienes más paciencia y tus hijos colaboran más y sobretodo construirás un
hogar lleno de bienestar en el que cada miembro de la familia se siente a
gusto, seguro y valorado.
¿Te animas a probarlo?
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